Otros soñadores.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Otro año más sobre el que hablar.

Un año cargado de emociones. Enero, gris en la mayor parte, emociones frías, nada diferente de lo que vivimos cada día. Febrero, la primera discusión, culpabilidad, pero sobretodo superación. Salimos, y eso es lo importante. Marzo, primeras dudas sobre el sentido de seguir aquí. Cuando lo único que te sostiene es la existencia de una persona, es muy fácil perderse. Eso fue lo que paso, la muerte de un familiar no trajo nada más que malos sentimientos, bajos rendimientos y depresión. Una gran depresión. Abril, las cosas empiezan a mejorar, ligeramente. Poco a poco recuperaba la seguridad, siempre con su ayuda, de su mano. El día a día a su lado siempre contaba. Mayo, empieza el calor, y con él, un poco más de felicidad. Pequeños baches, pero siempre pequeños. Este mes fue bonito por que estaba enamorada. Por que me enamoro de el cada día un poco más. Junio, verano, todo bonito, si no fuera por que eso solo implica distancia. Pero nunca deje de quererle, nunca deje de querer estar con él, aunque nos separaran miles de kilómetros, y ese enorme charco de mierda. Julio, más de lo mismo. Distancia, todos los días iguales. Dormirme llorando, simplemente deseando que algo me saque de esa soledad. Solo pude verle un día, y aunque no fuera suficiente, fue maravilloso. Agosto, otro mes exactamente igual. Depresión tras depresión. Yo solo quería que acabara, aunque suene raro. Era horrible, despertarme cada mañana y sentirme cada día más sola que el anterior. Pasaba las mañanas y algunas tardes simplemente escribiendo, totalmente incomunicada, y lo único que me salvaba eran mis libros, mi libreta, y un mensaje de vez en cuando recordándome que él, también me echaba de menos. Septiembre, que puedo decir de ti. Si pudiera borrarte, no lo dudaría un segundo. Ese día 16 rompió mis esquemas, me hundió, nunca había llegado a ese grado de tristeza. Lo único que se me pasaba por la cabeza era retirarme de la jugada. Él te abandona, y tú solo quieres abandonar el mundo. Esas veces que no ves más camino por delante, y te preguntas: ¿para que seguir? No entiendo como una sola persona te puede causar tanto dolor, pero aun así, sigues queriéndole, con todas las consecuencias, olvidando lo malo, acerrandote a lo bonito. Pero el 29 lo arreglo todo. Vino al mundo la personita más bonita, la persona que cambio mi manera de ver el mundo. Ahora nada podía ir mal. Absolutamente nada. Recuperé a la persona a la que más quiero, de toda mi vida, y apareció en mi vida la segunda persona que hace mi mundo algo bonito. Octubre, más de lo mismo. Ningún cambio en particular. Los malos recuerdos empiezan a formar parte del olvido, y eso me ayuda a seguir hacia delante. Le tengo a él, y eso es lo que me mantiene en pie. Noviembre, empiezan las tardes cálidas y frías, que nos mantienen cerca, el uno del otro, como dos almas gemelas. Un mes como otro cualquiera. Y por fin llega Diciembre. Lleno de maravillosos días a su lado. Todo gira en torno a él. Solo importa tener la oportunidad de pasar tiempo a su lado. Los días pasan, y aquí estamos, después de un año, cada día más enamorada, cada día más felices. Si me paro a pensarlo, el 2011 no ha estado del todo mal. A ver si 2012 está a la altura. Solo depende de una persona. La persona a la que espero no perder nunca.





No hay comentarios:

Publicar un comentario